Kathleen Hope, Luisa Maria Reyes Cortes (TRN) Coleccion lesbiana. 10 historias cortas de erotica lesbiana

Annotation

Mia amaba su trabajo. Escribir una columna de consejos para personas con problemas sexuales era una tarea hecha especialmente para ella. Tenia un titulo en terapia y una extrana habilidad para ponerse en los zapatos de otras personas. Todos los dias, su bandeja de entrada la recibia con un nuevo desafio.El lunes por la maana no fue una excepcin. Ma ley el correo electrnico segundos despus de arrastrarse fuera de la cama. Todava no haba tomado su caf, pero el contenido explosivo del correo electrnico la despert por completoQuerida Ma,Despus de aos de matrimonio, mi esposo y yo nos olvidamos del sexo salvaje y apasionado que tenamos noche tras noche aos atrs, en ocasiones hasta tres o cuatro veces al da.Apartando los ojos del correo electrnico, Ma exclam Tres o cuatro veces al da? Uf!Pero ltimamente las cosas han cambiado. Trabaja demasiadas horas y llega exhausto a casa. Para decirlo sin rodeos: quiero ms. Me encantara volver a los das de hacer el amor sin parar en los que pasaba horas hacindome cosquillas en el cuerpo con caricias suaves y lamidas hasta que simplemente no poda ms.Ma se recost en su silla y separ las piernas lentamente. Era un desafo mantener su mente enfocada, pero de alguna forma consigui continuar con su lectura.El problema es que soy demasiado tmida para exigirle lo que quiero de l. Normalmente solo acepto su abandono en silencio, esperando que algn da l cambie. Pero no lo hace. Si tengo suerte, tenemos relaciones sexuales una vez a la semana, y de forma poco apasionada. Quiero que se tome su tiempo y explore cada rea de mi cuerpo. Quiero que sus labios, su lengua, sus dientes me saboreen, pero por lo general solo quiere terminar y volver a dormir. Como ya dije, soy tmida, as que me cuesta mucho trabajo decirle lo que quiero. Puedes ayudarme, Ma?La insatisfecha Frida...